FIN DEL CICLO FESTIVO
Las fiestas estivales en Fermoselle gravitan
en torno a dos núcleos muy diferenciados, uno que se desarrolla en la segunda
quincena de agosto y el otro durante la primera del mes de septiembre.
Del
primero hemos hablado en esta misma página de manera extensa y recoge todo tipo
de festejos: taurinos, musicales, culturales, deportivos, religiosos,
gastronómicos, etc. todos encaminados a satisfacer con agrado las horas de
asueto que la Villa depara a los fermosellanos y forasteros.
El segundo ciclo es exclusivamente
religioso. Fermoselle celebra con sumo respeto y seriedad dos jornadas
dedicadas a las figuras de la Virgen y de Jesús en la Cruz.
Mayordomos 2.019 |
Cada 8 de
septiembre, Natividad de la Virgen, en nuestro pueblo con la advocación de Nuestra
Señora Virgen de la Bandera, las gentes se engalanan para vivir con intensidad,
alegría y religiosidad el “Día de la Patrona”.
Durante las fiestas patronales
su imagen permanece en la parroquial “protegiendo”, con su cercanía, a las
gentes de la localidad de los peligros que ofrecen los toros en los encierros y
en los festejos taurinos.
Números premiados Día Virgen |
Finalizando agosto se le traslada nuevamente al
santuario donde se celebra la novena a la Virgen seguida con mucha devoción por
los fermosellanos que prorrogan sus vacaciones hasta su festividad. Ese día se
completa con misa, procesión, paella popular, rosario, intercambio de varas
entre mayordomos salientes y entrantes, bailes y sorteo de regalos, siendo el
más deseado un cuadro con la reproducción de la Virgen de la Bandera.
El día 14, viernes y en el barrio de Santa
Colomba se conmemora la festividad del Bendito Cristo del Humilladero o de
Santa Colomba (siglo XI) al que tanta devoción manifiestan, de manera especial,
los “colombeses”.
Este año ha sido declarado día festivo en la localidad
arribeña. De mañana, las autoridades y público en general se desplazan
hasta la iglesia situada en la zona alta de Fermoselle para participar en la
Santa Misa. Anteriormente los fermosellanos cumplen con el ritual del novenario
al Bendito Cristo. El templo estuvo repleto de fieles que oraron ante el
Crucificado que preside el sencillo presbiterio ricamente adornado para la
ocasión con gran profusión de flores.
Por la tarde y después de los últimos
rezos los mayordomos hicieron partícipes a los asistentes de un magnífico fin
de fiesta con invitación a chochos y limonada rematado con la rifa del cuadro
del Cristo y del cordero.
Iglesia del Bendito Cristo |
De forma tan peculiar y devota se cierran
las “fiestas” en Fermoselle.
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