QUERIDA LUNA
EDUARDO RODRÍGUEZ MOSET

todo es
completamente distinto,
parece
que todo se ha combinado
y el
espacio ya no es infinito.
Te veo a
ti, mi adorada luna,
con la
cara vestida de amargura,
acaso ¿ya
no te sonríe la fortuna?
¿o es que
no deseas que a ti se acuda?
en las
noches de primavera: nítidas, claras,
cuando
majestuosa salías al ocaso
y
marchabas sonriente al despuntar el alba.
Pero:
¡grita, protesta!
no dejes
que te pisen el terreno,
mira el
corazón humilde del poeta,
que
implorando por ti, suplica al cielo.
No los
sientes, observa…
y tu
luminosa cara se tornará oscura;
y así los
humanos, conquistarte quieren
e irán
los que te adoran tristes a la sepultura.