Finalizaba el año 1.973 cuando un grupo de fermosellanos en el exterior tomaron la decisión de formar un grupo de trabajo de cara a la constitución de lo que sería la Asociación “Gran Peña Fermosellana El Pulijón”. Desde entonces no ha dejado de trabajar por y para Fermoselle y sus gentes teniendo como principio básico que aquí tienen cabida todas aquellas personas de bien. ¡Entrad y conoced al PULIJÓN!
…y albricias para todos los fermosellanos de bien que, una vez más y haciendo bueno aquello de “la
unión hace la fuerza”, han conseguido
que tengamos unas fiestas acordes con los tiempos de crisis en los que estamos
sumidos y que dispongamos, para su disfrute, de nuestra singular plaza de madera. Hace un par
de meses los augurios que se avecinaban sobre nuestro pueblo eran
catastróficos, aunque algunos siempre confiaron que la difícil situación de
resolvería…Y así ha sido. Empresarios y comerciantes, mujeres y hombres, autoridades
y ciudadanos de a pie, dejando a un lado
los problemas que ahogan al ayuntamiento y por extensión a la comunidad
fermosellana, se han puesto del mismo lado y remando en positivo por la
consecución de un objetivo común han arribado a buen puerto, es decir, a la elaboración de un programa festivo “como
Dios manda”.
Operarios voluntarios
Que sirva de ejemplo a nuestros próceres municipales e imiten este recto y
ejemplar proceder en el resto de
cuestiones, más importantes aún que las fiestas, para que nuestro pueblo recupere
con celeridad todo aquello que se ha perdido en detrimento de sus gentes.
José "Taravilla"
¿Y qué vamos a decir sobre el montaje de la
plaza? Quebradas las dudas que surgieron en un primer momento, a pesar de que
el empresario, en un rasgo de magnanimidad que le honra, puso su maderamen por
un importe “0” al alcance del ayuntamiento, alguien decidió
ponerse a la cabeza para “dirigir” la construcción de ese laberinto…y ahí
apareció José Fernández, “Taravilla”, hermano de Ángel (d.e.p.) propietario de
la plaza, que con la fuerza y el arresto que le caracteriza, aglutinó a un buen
número de “operarios” que de forma desinteresada han regalado sus jeras. Es un
orgullo para la Peña EL PULIJÓN tener
entre sus socios a personas como José. Gracias a todos y una vez más…¡VIVA SAN
AGUSTÍN Y LOS FERMOSELLANOS!