DEL REPIQUE AL SILENCIO
28 DÍAS DE FIESTA Y
COMUNIDAD EN FERMOSELLE
Reza el
programa de fiestas de Fermoselle 2025 que el 1 de agosto se da la bienvenida oficial con el chupinazo y el repique de la Campana Torera, desde los campanarios de Santa Colomba y del Ayuntamiento, en plena Plaza Mayor. Es el pistoletazo de
salida de un mes que, año tras año, se convierte en el corazón palpitante de la
Villa.
Hoy, 28 de agosto, se cierra ese ciclo con
la Misa en honor a San Agustín,
patrón de los festejos, en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Entre ambas fechas han transcurrido
28 días pletóricos, intensos,
cargados de vida, de reencuentros, de emociones y de cultura compartida.
En
Fermoselle, agosto no es solo un mes: es un estado de ánimo. Es el tiempo en
que vecinos y visitantes se funden en una camaradería sincera, en una hermandad espontánea que recorre calles, plazas y rincones. Es el
momento de apartar los problemas,
de recargar las pilas, de vivir con intensidad lo que el resto
del año no permite.
Este Día de San Agustín, que a veces queda
algo desdibujado entre el cierre y el cansancio, merece ser reivindicado como
el broche de oro de unas fiestas que han dado cabida a todos los sectores de la comunidad fermosellana. Encierros,
festejos taurinos, vaquillas, verbenas, meriendas, folclore, juegos populares,
teatro, conciertos, humor… Un abanico de actividades que ha permitido a cada
cual elegir su forma de celebrar.
Pero más
allá del programa, lo que ha dado sentido a estas fiestas han sido los momentos compartidos: las charlas en
las terrazas, los reencuentros en los solanos, los abrazos en las bodegas. Se
ha hablado de la familia, del trabajo, de los planes, de la jubilación. Se ha
reído, se ha perdonado, se ha vivido.
Desde la Asociación Cultural El Pulijón,
podemos decir con orgullo que hemos
cumplido con lo programado. Tres conciertos de música y danza
tradicional, dos encierros infantiles, un recital poético, dos pasacalles
charangueros, además de las actividades internas para socios: asambleas, comidas,
cenas, desfiles. Todo ello ha contado con el interés y la participación del
vecindario y de nuestros socios, lo que nos llena de satisfacción. Si se ha
producido algún error, pedimos disculpas con humildad y agradecimiento.
Hoy, 28 de agosto, recordamos con humor
aquel dicho popular: “Se acabaron los toros y quedamos los bobos”. Es
hora de retomar las tareas aparcadas,
de volver a la rutina con el alma llena de recuerdos y el corazón más ligero. Y
de esperar con ilusión que el
año transcurra con normalidad, para volver en 2026 a esta tierra que nos une y nos define.
¡¡Nos vemos en los próximos toros!! Salud, amigos.